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jueves, 16 de noviembre de 2017

Aprendiendo a comunicarse mejor

Comunicar no es fácil, partamos desde ahí. Para que un mensaje sea efectivo tiene que pasar por muchas manos, el que lo transmite, el momento y lugar y el que lo recibe, así que hay que tratar de que este proceso sea mejor para que funcione bien. Una mala comunicación puede ocasionar la total falta de entendimiento.
Teniendo en cuenta que a lo largo del día podemos transmitir cientos de mensajes es precisamente en las pequeñas conversaciones cuando más descuidamos la calidad del mensaje. A continuación, te presentamos una serie de consejos que pueden serte útiles a la hora de construir tus mensajes.

Habla menos y escucha más

Si en una conversación te propones hablar menos y te enfocas en poner  atención en lo que la otra persona dice, lograrás identificar sus  motivaciones y así, darle una opinión más acertada.

Comprende a las personas. Para comunicarte de manera más efectiva, es necesario que te adaptes a cada persona, a su estilo, su lenguaje verbal, corporal, su terminología, ritmo, entonación.
Escucha de verdad. La mayoría simplemente piensa que va a decir a continuación en lugar de escuchar con atención a su interlocutor.
Para saber si tu receptor ha captado el mensaje que realmente querías transmitir, observa sus reacciones y su comunicación no verbal, pregúntale qué piensa, y escucha de forma activa su respuesta, porque si no lo haces puedes llegar a pensar que tu mensaje fue claro y preciso cuando no fue así.

              Cuida el lenguaje tanto verbal como el no verbal

En cuanto al lenguaje verbal es necesario que prestes atención al vocabulario: apropiado para tu interlocutor, más o menos formal, el tono de voz: trata de utilizar un tono neutral salvo en conversaciones muy informales, el ritmo: controla la velocidad del discurso un ritmo muy acelerado puede estresar, mientras que un ritmo demasiado lento hará que se pierda la atención y la duración: Recuerda siempre que “el tiempo es oro”
              Genera interés
Recuerda que toda comunicación tiene varias cosas importantes:
Empatía. Evita juzgar y criticar la conversación de otras personas, es más útil que te pongas en los zapatos de la otra persona e intentes adquirir su punto de vista. Esto además te permite generar confianza en la otra persona.
Sinceridad. Asegúrate que lo que dices sea una verdad para ti. La gente alcanza a detectar cuando no estás siendo sincero y eso disminuye significativamente tu credibilidad y la confianza en ti.
No es una buena estrategia hablar de uno mismo todo el tiempo. Hay personas cuyas conversaciones giran todo el tiempo alrededor sí mismos. No cometas este error e interésate por tu interlocutor.
 Preguntar. De ese modo estarás haciendo partícipe a la otra persona de las ideas que estás presentando, y será más fácil despertar su interés
No trates de convencer o de imponerte en tu discurso sino de invitar a tu interlocutor.


Ayuda a generar buen ambiente
Una conversación es más efectiva cuando el entorno está alineado con el tema a tratar.
Recuerda la siguiente premisa: si no tienes algo bueno que decir, mejor no digas nada. El generar o promover conversaciones para criticar, ofender, juzgar o hablar mal de algo o de alguien te muestra como una persona poco íntegra.
Ser asertivo no significa ser agresivo, es importante que te comuniques con educación y teniendo siempre en cuenta a la otra persona, especialmente en situaciones delicadas.
Sonríe a menudo. Influye incluso en el tono de nuestra voz y es siempre un lenguaje universal de un increíble poder.
En toda comunicación, espera un resultado positivo. Esa expectativa positiva te situará con la actitud adecuada para dar lo mejor de ti mismo.
Comunica motivando. Siempre tienes la opción de elegir la actitud a tomar frente a todas las conversaciones que tienes. Aporta tu granito para animar y motivar en tu entorno, es tan sencillo como centrarse en lo que puede beneficiar y sumar.

Gran parte del mensaje que trasmites está basado precisamente en señales que emites mediante tus gestos y tu postura. Préstale atención a tu lenguaje no verbal y sácale el máximo partido.
Hay estudios que demuestran que nuestra comunicación se reparte un 7% en las palabras, un 38% en lo paraverbal (velocidad, timbre, intensidad, tono, volumen…) y un 55% con nuestro cuerpo. Es importante que seas consciente de lo que transmites con tus gestos, posturas y movimientos corporales-faciales, si no van acorde con lo que dices puedes perder credibilidad.