Buscar este blog

jueves, 22 de octubre de 2015

Viaje a Ítaca

Todo camino hacia el crecimiento y conocimiento personal es largo, es largo porque somos profundos, tenemos miles de capas que cambian cuando nosotros cambiamos. Es largo porque tenemos resistencias, tenemos miedos, miedos que se convierten en pequeños recovecos de nosotros a los que nos cuesta llegar y a los que solo podemos llegar mediante la consciencia. 
No es importante el final, porque el camino se hace con los pasos que vamos dando en el presente, uno a cada vez, a veces más rápido, a veces más despacio, eso no es lo importante. El camino consiste en observar lo que hay dentro y lo que hay fuera, observar y aceptar para liberarnos de todas las cargas que no nos son necesarias. 
El camino es lo importante. Ahí es donde más aprendemos y es nuestro derecho el poder disfrutarlo. Así que, empecemos por ahí. 

Cuando emprendas tu viaje a Itaca
pide que el camino sea largo,
lleno de aventuras, lleno de experiencias. 
No temas a los lestrigones ni a los cíclopes
ni al colérico Poseidón,
seres tales jamás hallarás en tu camino,
si tu pensar es elevado, si selecta
es la emoción que toca tu espíritu y tu cuerpo.
Ni a los lestrigones ni a los cíclopes
ni al salvaje Poseidón encontrarás,
si no los llevas dentro de tu alma,
si no los yergue tu alma ante ti.
Pide que el camino sea largo.
Que muchas sean las mañanas de verano
en que llegues -¡con qué placer y alegría!-
a puertos nunca vistos antes.
Detente en los emporios de Fenicia
y hazte con hermosas mercancías,
nácar y coral, ámbar y ébano
y toda suerte de perfumes sensuales,
cuantos más abundantes perfumes sensuales puedas.
Ve a muchas ciudades egipcias
a aprender, a aprender de sus sabios.
Ten siempre a Itaca en tu mente.
Llegar allí es tu destino.
Mas no apresures nunca el viaje.
Mejor que dure muchos años
y atracar, viejo ya, en la isla,
enriquecido de cuanto ganaste en el camino
sin aguantar a que Itaca te enriquezca.
Itaca te brindó tan hermoso viaje.
Sin ella no habrías emprendido el camino.
Pero no tiene ya nada que darte.
Aunque la halles pobre, Itaca no te ha engañado.
Así, sabio como te has vuelto, con tanta experiencia,
entenderás ya qué significan las Itacas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario